Hoy por la noche estuve viendo de nuevo un par de documentales sobre las drogas y la revolución psicodélica de los años 60 y muchas ideas vinieron a mi mente, por lo que decidí escribir sobre ello a continuación:
Siempre he sido un gran admirador del efecto que las drogas psicodélicas tienen sobre la conciencia de las personas y el cambio de percepción en el tiempo y espacio, sobre todo el uso de estas en los antiguos rituales religiosos.
Sin embargo, para mi mayor desilusión, luego de reevaluar y observar objetivamente la historia de los recientes años, logré comprender que el movimiento psicodélico, que tanto he admirado a lo largo de mi vida, fue después de todo, un enorme fracaso.
En un comienzo, existieron ideas muy buenas, motivaciones detrás del uso de las drogas que buscaban crear un cambio de fondo, romper con viejas estructuras en la forma de ver la sociedad y crear nuevos movimientos de manifestación artística.
Lastimosamente, con el transcurso de los primeros años, el punto por el cual las drogas eran utilizadas se fue perdiendo de vista, y el resultado fue el excesivo abuso de las mismas, justificándose en las anteriores motivaciones.
De igual manera, el movimiento hippie, terminó siendo una excusa para no hacer nada, lo cual es un equivalente a una visión infantil del mundo, en la cual se quiere que todo en el mundo sea bueno y se habla sobre como todos deberían vivir en paz, pero nunca se buscó una verdadera lucha y acción por la realización de un cambio estructural y el consecuente alcance de esa meta.
La contracultura, pasó a ser un movimiento mayoritario, lo cual generó una comercialización y masificación de valores, que de por sí ya se encontraban corruptos y despojados de su intención original. A su vez, el abuso de las drogas a nivel masivo terminó por generar una sociedad de drogadicción y generación de nuevas drogas alteradas por el hombre buscando el exceso, siendo estas cada vez mas fuertes y nocivas.
Si en un comienzo la idea fue la búsqueda de una realización espiritual individual, creo que la lección que nos deja la historia, es que esta meta tiene que fundamentarse en la lectura de textos sagrados, los cuales funcionan como guía para emprender este camino y lo fundamental es entender, que si bien una droga psicoactiva funciona como una llave que nos abre puertas a ese mundo astral, el control sobre esos nuevos mundos es un proceso que requiere de mucha disciplina.
La verdadera iluminación no se alcanza simplemente utilizando una droga, estas son únicamente herramientas para encaminarnos en este proceso. Sin embargo, el verdadero camino se encuentra en la práctica de ciertos valores como el desprendimiento y el autodominio de las pasiones, lo cual requiere de toda una vida de arduo trabajo espiritual.
Finalmente, el resultado de una falta de base teórica en el uso de las drogas, resulta en la irresponsabilidad de su uso y una visión recreativa de las mismas.
Siempre he sido un gran admirador del efecto que las drogas psicodélicas tienen sobre la conciencia de las personas y el cambio de percepción en el tiempo y espacio, sobre todo el uso de estas en los antiguos rituales religiosos.
Sin embargo, para mi mayor desilusión, luego de reevaluar y observar objetivamente la historia de los recientes años, logré comprender que el movimiento psicodélico, que tanto he admirado a lo largo de mi vida, fue después de todo, un enorme fracaso.
En un comienzo, existieron ideas muy buenas, motivaciones detrás del uso de las drogas que buscaban crear un cambio de fondo, romper con viejas estructuras en la forma de ver la sociedad y crear nuevos movimientos de manifestación artística.
Lastimosamente, con el transcurso de los primeros años, el punto por el cual las drogas eran utilizadas se fue perdiendo de vista, y el resultado fue el excesivo abuso de las mismas, justificándose en las anteriores motivaciones.
De igual manera, el movimiento hippie, terminó siendo una excusa para no hacer nada, lo cual es un equivalente a una visión infantil del mundo, en la cual se quiere que todo en el mundo sea bueno y se habla sobre como todos deberían vivir en paz, pero nunca se buscó una verdadera lucha y acción por la realización de un cambio estructural y el consecuente alcance de esa meta.
La contracultura, pasó a ser un movimiento mayoritario, lo cual generó una comercialización y masificación de valores, que de por sí ya se encontraban corruptos y despojados de su intención original. A su vez, el abuso de las drogas a nivel masivo terminó por generar una sociedad de drogadicción y generación de nuevas drogas alteradas por el hombre buscando el exceso, siendo estas cada vez mas fuertes y nocivas.
Si en un comienzo la idea fue la búsqueda de una realización espiritual individual, creo que la lección que nos deja la historia, es que esta meta tiene que fundamentarse en la lectura de textos sagrados, los cuales funcionan como guía para emprender este camino y lo fundamental es entender, que si bien una droga psicoactiva funciona como una llave que nos abre puertas a ese mundo astral, el control sobre esos nuevos mundos es un proceso que requiere de mucha disciplina.
La verdadera iluminación no se alcanza simplemente utilizando una droga, estas son únicamente herramientas para encaminarnos en este proceso. Sin embargo, el verdadero camino se encuentra en la práctica de ciertos valores como el desprendimiento y el autodominio de las pasiones, lo cual requiere de toda una vida de arduo trabajo espiritual.
Finalmente, el resultado de una falta de base teórica en el uso de las drogas, resulta en la irresponsabilidad de su uso y una visión recreativa de las mismas.
Reconozco que el movimiento psicodélico tuvo como resultado la publicación de grandes libros sobre la espiritualidad y las drogas, de igual manera se amplió la investigación sobre muchos psicoactivos y se inició un proceso de exploración artística en ámbitos totalmente desconocidos hasta ese momento para la mayoría de personas.
Pero creo que las drogas son algo a lo que debemos un gran respeto por su tradicional uso en los rituales espirituales y su fuerte impacto en nuestra visión del mundo, y aún hace falta mucha responsabilidad para que logremos entender su correcto uso.
Por el lado positivo, el movimiento nos dejó un legado de cambio, de autoconocimiento, de manifestación de nuestros mas profundos pensamientos y partiendo de ahí, todas estas ideas pueden representar en los años por venir (siendo utilizadas en conciencia y canalizadas correctamente), un nuevo camino que nos abra nuevas puertas de expresión y de entendimiento del mundo.
